Estimados Hermanos en la Fe, este 1 de
Mayo del 2015 se cumplen 73 años de que la Santísima Virgen María de
Coromoto fue declarada Patrona de Venezuela por los Obispos de
Venezuela. Demos gracias a Dios y a la Santísima Virgen de Coromoto por
ser Ella nuestra Patrona.
Los invitamos a ofrecer el Santo Rosario y
asistir a la Santa Misa este 1 de mayo en gracias a Dios por darnos
este gran regalo para todos los venezolanos.
También les compartimos el Breve
Pontificio del Patronato Coromotano, donde el Papa Pío XII declara a la
Santísima Virgen María Nuestra Señora de Coromoto, como CELESTE Y
PRINCIPAL PATRONA de Venezuela, en Octubre de 1944.
“PIO PAPA XII –Para perpetua memoria-
Todos los pueblos que desde los más apartados rincones de la tierra
llegaron a la luz de la verdad cristiana, han experimentado la tutela
maternal de la Santísima Virgen María y, en acción de gracias por los
beneficios de Ella recibidos, le levantan férvido y solemne himno
entonado “por todas las tribus, lenguas, pueblos y naciones”. No de otra
suerte acaece entre los fieles cristianos, nacionales o europeos, que,
de todas partes de Venezuela, numerosos acuden con piedad al Santuario
dedicado a Dios en honor de la Divina Madre “de Coromoto”, en el lugar
llamado “Guanare de los Cospes”. Este amor de la Virgen en realidad
esclareció las inteligencias de los nacionales, elevó sus corazones
hacia el cielo y los alivio en sus adversidades tanto públicas como
privadas, desde el momento en que, según la tradición, la misma Madre
de Dios apareció en el propio lugar en donde luego se levantó un Templo,
que pronto fue como el Trono de la misericordia y gracia Divinas.
Por tanto, la Fe de los Venezolanos en
Cristo Señor, que los Españoles, sobre todo los Padre Predicadores de la
Orden de Santo Domingo, llevaron allá el siglo XVI y que los Romanos
Pontífices, atentos a la dilatación del Reino de Cristo, próvidamente
fomentaron por medio de la institución canónica en aquel tiempo de la
Sagrada Jerarquía y de la primera Cátedra Episcopal, esa Fe, gracias
principalmente a la fuerza y auxilio de una encendida devoción a la
Santísima Virgen María “de Coromoto”, fue creciendo cada día más y
permaneció incontaminada. Por esto, todos los Obispos de Venezuela y a
la cabeza el Venerable Hermano Lucas Guillermo Castillo, Arzobispo
titular de Rizeo y Coadjutor de Caracas, a nombre también de los
sacerdotes y de todos los fieles, el año de 1942, declararon a la misma
Divina Madre “de Coromoto”, Patrona de toda la Republica y luego nos
pidieron encarecidamente que ratificáramos y confirmáramos su
declaración. Y como quiera que, a ejemplo de Nuestros Predecesores, es
de trascendental importancia para nuestro paternal corazón el que, a
mayor gloria de Dios y para provecho espiritual, se aumente cada vez la
piedad mariana, hemos gustosamente resuelto acceder benignamente a estos
ruegos y votos de los Obispos, de uno y otro Clero, de la sociedad y de
todo el pueblo de Venezuela.
Por consiguiente, secundando los deseos
del mencionado Arzobispo, después de haber oído también a Nuestro
Venerable Hermano Carlos Salotti, Obispo de Palestrina, Cardenal de la
Santa Iglesia Romana, Prefecto de la Sagrada Congregación de los Ritos,
con pleno conocimiento Nuestro y madura deliberación, por la plenitud
de Nuestra Apostólica potestad, en virtud de las presentes Letras y a
perpetuidad: confirmamos, constituimos y declaramos a la Santísima
Virgen María de Coromoto” en “Guanare de los Cospes” CELESTE Y PRINCIPAL
PATRONA de toda la República de Venezuela, con todos y cada unos de los
privilegios litúrgicos que competen a tales principales Patronas. No
debiendo en ninguna manera obstar nada en contrario. Esto declaramos y
estatuimos, decretando que las presentes Letras sean y permanezcan
firmes, válidas y eficaces para siempre; y que ellas surten y obtienen
todos sus plenos e íntegros efectos; y que ellas dan fe ahora y siempre
plenamente a quienes competa o competir pudiere; y que así se ha de
juzgar y definir; y que será írrito y vacuo cuanto desde ahora alguien,
con cualquier autoridad, consciente o ignorantemente, atentare hacer
distinto acerca de esto. Dado en Roma, en San Pedro, bajo el anillo del
Pescador, el día del mes de octubre, el año de 1944, nono de Nuestro
Pontificado. –Por mandato especial del Santísimo-.
Por el Señor Cardenal Secretario de Estado (firmado) DOMINGO SPADA, Canciller de los Breves Apostólicos”.